Hoy hace 5 años que llegó a mi vida una personita que jamás pensé que pudiera hacerme tan feliz. Tal día como hoy, 8 de julio, pero de 2009, llegaba al mundo con mucho trabajito PERICO, mi sobrino. Fue un día, que recuerdo como si fuera ayer, lleno de emociones: lágrimas, sonrisas, nervios,horas interminables, abrazos y sobre todo lleno de amor, mucho amor. Aquello fue un flechazo en toda regla. Es la única vez que el hijo de puta de Cupido ha acertado con las flechas. Bueno, ésta y por supuesto cuando nació Diego hace seis meses. Así que sí, se puede decir que aquel día conocí a uno de los dos verdaderos príncipes azules de mi vida (que ya sabemos todos que los demás no existen, solo destiñen...).
Llegó para llenar de luz y color una vida que por aquel entonces tenía más gris de la cuenta. Y he de decir que no ha habido ni un solo día en que haya dejado de pensar que la experiencia de ser tita es maravillosa.
Ver cómo va creciendo poco a poco y aprendiendo cosas nuevas, sus primeras sonrisas, sus primeros pasos, sus primeras palabras, su primer “tita” (ohh, escuchar a Perico por primera vez llamarme tita fue simplemente indescriptible), sus abrazos, su cariño, jugar con él horas y horas, sus primeras conversaciones, su humor, sus miradas llenas de amor y de verdad. Ver todo eso ha sido precioso. Y así va a seguir siendo año tras año,estoy segura. Aunque decir que ha sido precioso lo cierto es que se queda bastante corto.
Yo que ando un poco “plof” últimamente, estoy contenta porque hoy es un día importante, pero me emociono y me siento un poco triste también porque no estoy contigo en el día de tu cumple, ese para el que llevas un mes contando los días. Pero aunque no estemos juntos todos los días, todos los días te llevo en el corazón y en mi pensamiento y sé que tú a mi también. ¡Porque lo nuestro es AMOR VERDADERO! Ese en el que no creía Maléfica y yo a veces tampoco…
Solo espero poder verte pronto para darte un abrazo enorme y ver esa carita que es capaz de arreglar el día más feo con solo dos segundos y una sonrisa. Y darte tu regalito, que sin duda es mucho menos valioso que el regalo que me hiciste tú a mi el día que naciste.
TE QUIERO, MI AMOR!