31 enero 2010

Volver A Empezar...

Vuelve a empezar, hijo de Adán, padre de la humanidad.

Cómo borrar del camino la huella de tu destino,
cómo olvidar lo vivido dándolo tó por perdido.
Como el salvaje que habita sin normas, ni vicio, sin fe, ni prejuicios.
Sin conocer qué está bien y qué mal
hoy yo quiero venirte a cantar
para volver a empezar.

Como la mar con la orilla,
como la noche y el día,
quiero volver a empezar.
Como los novios que vuelven,
como las aves de paso
quiero volver a empezar.
Como si nunca me hubiese ido,
como el primero del paraíso,
quiero volver y volver a empezar.

Déjame que invente de nuevo mi historia,
déjame que vuelva a partir de cero.
Deja que te escriba mi primera copla
que quiero decirte mi primer “te quiero”.

Y bendita locura si tú me quisieses besar,
olvidarlo todo y empezar de nuevo.
Dejaría atrás ataduras y celos,
dejaría el odio, dejaría el miedo.

Vuelve a nacer, hijo de Adán, padre de la humanidad (cuatris)
Y vuelve a empezar (tris).

***

Estas letras no las he escrito yo. ¡Aunque ya me hubiera gustado hacerlo!

Como muchos de vosotros sabeis, soy una completa enamorada del carnaval de Cádiz. Este año una de las agrupaciones que más me ha gustado (que se llama "Volver a empezar" y que van disfrazados de cavernícolas) traía esta letra como presentación de su repertorio.

Para quien conoce un poquito lo que es el carnaval de Cádiz y sus coplas, sabrá que el carnaval es lo que tiene: es capaz de llegarte al corazón y tocarte el alma con muchas de sus letras. Y eso justamente me pasó a mi con esta letra. Aunque está particularizada y encuadrada en el contexto de carnaval y en lo que supondría para su autor volver a empezar y sentir de nuevo lo que sintió la primera vez que cantó en carnaval y le cantó a su tierra, en realidad, se pueden extrapolar muchas de sus palabras y llevarlas a un plano general: el de la vida.

Quién no ha deseado alguna vez en su vida...

...volver a nacer

... borrar huellas del destino

... olvidar algún pasado

... vivir sin depender de tantas normas, vicios o prejuicios

... sin estar condicionado por el bien o el mal,
por lo que políticamente está bien o está mal

... tener una nueva oportunidad

... inventar de nuevo tu historia

... partir de cero

... volver a decir un primer "te quiero"

... volver a desear un beso

... olvidarlo todo

... empezar de nuevo

... dejar atrás ataduras y celos

... dejar de de odiar

... dejar de tener miedo

... o resurgir como el ave fénix.

En definitiva...

... ¡VOLVER A EMPEZAR!

Así que toda esta reflexión, simplemente.. ¡me encantó! Os dejo el video por si queréis verlos cantando esta letra.



26 enero 2010

Si Fuera Pájaro...



¿Alguna vez os habéis preguntado cómo serían las cosas si no fuerais quienes sois?

A veces, me pregunto cómo sería todo si yo no fuera yo. O cómo sería mi vida si ni siquiera fuera humana. Pensareis que estoy loca... Tal vez... Casi seguro, después de que leáis lo que viene a continuación, jajaja... ¿Pero nunca habeis pensado que, quizá los... qué se yo... los pájaros tienen suerte de no ser humanos? Aunque bien es verdad que no disfrutan de las cosas que nosotros, no menos cierto es que tampoco se complican la vida como nos empeñamos en complicárnosla nosotros y seguro que no sufren lo que, a veces, sufrimos los humanos.

Si fuera un pájaro, viajaría -que me encanta -, volaría –que también, por la sensación de libertad continua que tendría- y cantaría bien –cosa que me gustaría saber hacer como humana-. Así que, a lo mejor, no hubiera estado tan mal haber nacido pájaro (¿veis? ¿veis como ibais a pensar que estoy loca? jajaja..).

Entonces podría decir como el anuncio del mono... “Yo iba para Angie, pero me quedé en pájaro. Me podría llamar Angie, pero me llamo pájaro. Soy un pájaro bonito, pero soy un pájaro” (jajaja...).

Pero ¡qué va!, de momento, lo más cerca que he estado de ser un pájaro fue el día que mi padre, amante de los animales, me disfrazó de abubilla para un concurso de disfraces del colegio. ¡Lástima que no tenga ninguna foto de ello! Así que habrá que dejar lo de nacer pájaro para otra vida...

Quizá os preguntaréis que de dónde procede toda esta chaladura que me ha entrado de repente... La respuesta es sencilla. Todo este desvarío es fruto de la extraña sensación que tengo desde hace algún tiempo de que voy a enterarme de algo que preferiría no saber porque sé que, aunque quiera hacerse el fuerte y hacer como que recibe el revés estoicamente, el que más lo va a sufrir es ése que late tanto que, a veces, parece que nos roba el aire. (y os adelanto que vuestras suposiciones sobre la obviedad de este párrafo seguro que no son acertadas... :P).

¿Nunca habéis tenido un presentimiento, una corazonada que, aunque no tuviera razón de ser o no supierais explicar, al final, acabó haciéndose realidad? Seguro que sí. Yo también, así que espero es que ésta no sea una de esas ocasiones...




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23 enero 2010

Llévatelo...

Hace tiempo también que no hago una recomendación musical, así que ya va tocando. Y qué mejor ocasión que ésta para poneros un video que hice para participar en un concurso que se organizaba en la web de uno de mis cantantes favoritos: Antonio Orozco.

La cosa consistía en hacer un videomontaje de fotos, un videclip, etc con la canción "Llévatelo" de su último disco -Renovatio- el cual, por cierto, os recomiendo que escuchéis de principio a fin porque no tiene el más mínimo desperdicio. Es uno de los mejores discos que he escuchado en los últimos años (y no es pasión de "fan" ni nada de eso, de verdad, jaja").

Y el premio era, ni más ni menos, que Antonio Orozco te diera un concierto en tu salón (¡qué fuerte!). ¡Una lástima no haber ganado, porque hubiera sido una pasada! Logicamente, ha sido un concurso muy exitoso; se presentaron cientos de videos, Antonio elegía 5 (aunque, al final, no fue capaz de elegir sólo 5 y elegió 17; los cuales siguieron compitiendo en la web a través de votación popular).

Y ya hay ganador oficial: una sevillana precisamente. ¡Lástima que no la conozco, ni es vecina mía o algo para plantarme en su salón, joooo!

En fin, que siempre me enrollo más que una persiana... Que aquí os dejo el video para que veáis lo chuli que me quedó (aunque no fuera finalista) y para que disfrutéis de una gran canción.

(Os dejo escrito el texto del final del video -que está hecho con títulos de canciones de Antonio Orozco-, para los que no le hayan dado al pause para leerlo bien, jeje...)


Dime por qué, aun sin conocernos, siento tu compañía tan lejos y tan cerca. Será porque tú me das canciones hechas de pedacitos de ti que me acompañan en el viaje de la vida; que me hacen ver que lo perfecto es incompleto y que mis rarezas son más comunes de lo que creo.

Todo lo que no dije antes lo digo ahora que es mi momento... ¡Ayúdame a soñar una y otra vez!

Déjame un lugar pequeñito en uno de esos tres corazones y te buscaré y descubriré un lugar donde todo deje de ir al revés.

Y no hay manera de agradecer tu generosidad por querer dejar un poquito de ti impregnado en las paredes de algún salón...

Ya lo sabes...

... ¡En el mío te esperaré!


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21 enero 2010

¡Ah!, Eso No Lo Sabía...



1.- Algo dulce: Chocolate.

2.- Una época de tu vida: la infancia, donde tu mayor preocupación es acabar pronto los deberes para ir a jugar.

3.- Una canción: "Menos mal" de Manuel carrasco.

4.- Una palabra: AMOR

5.- Una frase: No digas nada si no vas a mejorar el silencio.

6.- Un recuerdo de la infancia: Sentarme a ver la tele acurrucada con mi padre.

7.- El día mas feliz: El 8 de julio de 2009, es decir, el día que nació mi sobrino.

8.- De qué manera demuestras el afecto: Con hechos.

9.- Algo que quisieras decirle a alguien: Se lo diría cara a cara si lo tuviera delante, pero como no es el caso...

10.- Qué cosas intentarías salvar de un incendio: la vida.

11.-Un sinónimo de:
  • amigo= hasta el infinito y más allá
  • padres= lo siguiente de hasta el infinito y más allá
  • pareja=naranja entera
  • hijos= lo más grande (aunque yo aún no los tengo).

12.- ¿Perdonarlo todo? No.

13.- ¿Comprenderlo todo? Tampoco, soy bastante comprensiva pero hay cosas que se escapan a la comprensión.

14.- ¿Amistad hombre-mujer? Sí, pero escasea; en algún momento de la relación es más que probable que uno de los dos se ofusque y quiera más que amistad o confunda sentimientos.

15.- ¿Amor a primera vista? Sí, aunque el amor a segunda vista es más frecuente.

16.- Alguien:

  • que me marcó la vida: Todas las personas que han sido y/o son importantes para mi.
  • a quien perdonar: a alguien que me importara que estuviera realmente arrepentido y mereciera una segunda oportunidad.
  • a quien agradecer: a mis padres, que se lo debo todo, empezando por la vida, y acabando por los valores en los que me han educado.
  • con quien compartir el camino: la gente que está ya en él y esa persona a la que aún no encontré.

17.- Un amigo ¿para siempre?: Sí, el amigo en mayúsculas es para siempre.

18.- Una frase que me defina: "Si no eres capaz de soportar mis defectos, ten la puta seguridad que no mereces disfrutar mis virtudes"

19 enero 2010

Las Habitaciones de Hospital No Son Cafeterías...


Hace mucho que no hago ninguna crítica en mi blog. Es increíble la poca consideración que tiene muchísima gente. Y me explico... Parece ser que hay personas que cuando van a visitar a un enfermo al hospital se creen que están en una cafetería.

Muy recientemente, he pasado varios días acompañando a mi madre en el hospital y me he quedado alucinada con el poco respeto que se tiene hacia los enfermos y también con el poco empeño que pone el propio hospital para que sus pasillos y habitaciones dejen de ser un continuo ir y venir de gente que va a visitar a los pacientes.

Al ingresar en el hospital, te dan un pase de acompañante y otro de visitante, con el que sólo puede entrar una persona puesto que, oficial y supuestamente, en las habitaciones sólo puede haber dos personas por enfermo. Pues bien, en siete días, yo no he visto pedir el pase a ninguna de las cientos de personas que diariamente entran y salen del hospital.

En consecuencia, los enfermos reciben todas las visitas que se encarte que, por supuesto, siempre son muchas porque, al menos, en el sur, la gente es “mu cumplía”. Ésta es otra de las cosas que me cuesta entender...

Hay visitas que van a verte al día siguiente de que te hayan operado o, incluso, ese mismo día. A ver, señores, ¿cómo se puede tener tan poca idea? ¿Tan difícil es entender que de lo que menos ganas tiene una persona que está recién operada (y que, por tanto, aún está medio atontada por la anestesia, probablemente, con una fatiga continua y dolorida por todos sitios) es que vayan a verla? Y entiéndase “verla” como sinónimo de “molestarte, marearte, ponerte nerviosa y similares”...

Pues no, parece ser que hay gente que eso no lo tiene en cuenta, así que, allí que se planta cuanto antes a visitarte. Y cuando llega, te pone el bolso y el abrigo en el filito de la cama, o se apoya en ella y te la mueve (y al moverte con cierta brusquedad, te da un latigazo la herida), y te marean porque hay cuatro ó cinco personas alrededor de tu cama, y te ponen la cabeza tarumba porque como el enfermo no está para mucha conversación, pues las visitas se ponen a hablar entre ellas (a tu vera) y, sin darse cuenta, cada vez van subiendo más y más el tono de voz y, lógicamente, el aumento del volumen del jaleo que hay en la habitación es directamente proporcional al mareo del enfermo que, poco a poco, se va poniendo más nervioso porque como no tiene bastante por estar fastidiado con el post-operatorio, encima tiene que aguantar todas estas incomodidades que generan las visitas.

Por supuesto que es de agradecer que la gente se interese por tu estado de salud y por cómo te encuentras después de una operación pero, bueno, tampoco pasa nada por que te enteres de cómo ha ido todo llamando a los familiares, que la visita no es imprescindible. Que de seguro el enfermo no se va a enfadar porque no vayas a verlo y no le lleves bombones...

Mi padre ha trabajado en un hospital más de treinta años y dice que esto antes no era así. Antes el tema de las visitas estaba mucho más controlado. Había un horario de visitas (actualmente, también lo hay –de 16’00 a 20’00- aunque nadie lo sepa ni lo cumpla...) durante el cual, sólo podía haber una visita (y el acompañante) por cada enfermo y cuando se acababa la hora de visitas, pasaba un celador o una enfermera para echar a todo el mundo de las habitaciones. Y no había más que hablar. Pero empezaron a ser cada vez más y más flexibles y (muy desacertadamente) dejaron de proceder de esta manera. Con lo cual, entre tus visitas y las del paciente de la cama de al lado porque, por supuesto, las habitaciones son compartidas, pues eso, que hay momentos del día en que las habitaciones de hospital se parecen más a una cafetería que a una habitación de hospital.

Lo de las llamadas es otra... Tampoco entiendo cómo la gente puede llamar y llamar, sin importar la hora que sea. Ah claro, será que como el paciente va a estar en la habitación de todas formas...

Por la cama de al lado han pasado tres personas y la segunda de ellas fue tremenda. Ella, todos los que vinieron a verla o a acompañarla y todos los que la estuvieron llamando entre las tres y las cinco de la tarde al teléfono de la habitación (Si no me levanté a coger el puto teléfono diez veces, no me levanté ninguna! Me pregunto cómo se puede tener tan poco decoro para llamar a esas horas en las que, lo más probable es que los enfermos – y también sus acompañantes, que están reventados de llevar horas y horas en un incómodo sillón- se hayan quedado dormidos un ratito!). Menos mal que sólo estuvo un día y medio porque, ¡vaya tela...! Lo malo es que fue justo en las 48 horas posteriores a la operación de mi madre, es decir, las peores.

¡Yo es que alucinaba con la mujer! Era la típica que se cree que es graciosa y tiene la gracia en la punta del pie, la típica que cuando habla quiere que todo el mundo esté pendiente de ella. La mujer, que se sometía a una intervención leve (sólo con epidural y por láser), la subieron a la habitación después de su intervención y, como se encontraba muy bien, venía hablando por el móvil. Debía haberse quedado pegada a él porque no lo soltó en toda la tarde; también lo alternaba con el teléfono de la habitación y, a veces, incluso hablaba con los dos a la vez, uno por cada oreja. ¡Una pasada! Y me parece genial que tuviera tanta gente que la quiera y se preocupara por ella pero, joder, ten un poquito de consideración con la paciente que está a tu lado, que tú te encuentras fenomenal pero ella quizá no se encuentra tan bien como tú, no? Llegó un momento en que tuve que llamarle la atención y decírselo porque es que era ya un descaro el jaleo que tenía charlando con sus dos hijas, que estaban allí con ella y con una visita. A partir de ese momento, ya medio se comportó el resto del tiempo que estuvo en la habitación pero, eso, que menos mal que se fue pronto porque vaya petarda de tía...

Así que, si ya de por sí solía ser bastante respetuosa cada vez que he ido a ver a alguien a un hospital y si ya de por sí me abstenía de ir a verlo los primeros días, que son los que más fastidiado está el paciente, pues ahora que lo he vivido desde el otro lado, mucho más.

No sé si esta crítica servirá para algo más que mi propio desahogo pues no es que la vayan a leer mil personas pero, al menos, seguro que a más de uno de vosotros os hará pararos a pensarlo por un momento.

Por último, quería decir una cosa. Preferiría que los comentarios no se centraran en lo que este post tiene de personal sino en la crítica que hago. Mi madre, bien, gracias :) (que sé que me vais a preguntar), ya está en casa recuperándose.

Intentaré ir contestando a ratitos que vaya sacando, que este mes tengo mucho curro y poco tiempo para bloguear aquí y en vuestros blogs.

13 enero 2010

No Me Preguntes Por Qué...


No me preguntes por qué pero deseo ardientemente perderme contigo por lugares especiales y mágicos: en el bazar de las sorpresas, en la ciudad de los besos, en el fiordo de los sueños, en el bosque de los susurros, en el volcán de las caricias.

Contemplar contigo la consagración de la primavera, la tormenta de verano, el ocaso de otoño, la lluvia fina de invierno.

Compartir contigo las sonrisas francas, las miradas pícaras, los cuerpos con alma, mi espacio, el tuyo, esa puerta entreabierta, el deseo, las verdades sin complejos.

Sentir contigo la magia, las mariposas en el estómago, levitar ante tu mirada, aspirar tu aroma, sentir tu tacto, degustar tu sabor, escuchar tus susurros, compartir tus éxtasis.

Bucear pausadamente en tu cabello, en tus manos, en tu cuello, en tu pecho, en tu cintura, en tu espalda, en tu vientre, en tus piernas. Sentirte conmigo, en mi, dentro de mi.

Escribirte mensajes de amor en la nevera, imaginar, quizá, tu dulce sonrisa sonrojada...

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NOTA: Esta entrada está programada para el 13/01/10 por lo que no podré contestar los comentarios como es habitual , al menos, durante varios días. Por el mismo motivo, los comentarios del post anterior también los contestaré más tarde. Un beso.

10 enero 2010

Consejito Pos-Navideño...



¡¡¡ATENCIÓN!!!
¡ALTAMENTE RECOMENDADO!
(sobre todo, después de los inevitables excesos navideños...)




07 enero 2010

Y Yo Me Pregunto....


Estoy segura que en más de ocasión, cuando nuestra pequeña cabecita se pone a darle vueltas a todo, se os han venido a la cabeza multitud de preguntas, muchas de ellas sin respuestas. Esa serie de preguntas que muchos califican de "preguntas existenciales".

Se me vienen a la memoria algunas de estas preguntas y que, seguramente, habréis escuchado en algún monólogo o leído en algún forward, del tipo...


¿Dónde acaba la frente de los calvos?


¿De dónde colgaba el columpio de Heidi?


Si la Tierra es redonda, ¿por qué la llaman planeta y no redondeta?


¿Por qué cuando el mando a distancia no funciona, no se nos ocurre otra cosa que apretar más fuerte los botones? ¿No será más fácil ponerle pilas nuevas?

Y luego están las preguntas que no son tan absurdas y que, probablemente, te hagan reflexionar un poco más en serio.

Al menos, eso me pasó a mi el día que casualmente llegó a mis manos un libro del que ni siquiera recuerdo el título pero que me llamó la atención. Apunté en un papel muchas de las preguntas que en él se formulaban.

¿Qué asusta más el miedo sin fundamento o el miedo fundado?

Yo creo que el miedo sin fudamento. Si no hay fundamento la imaginación tiene mucha más cabida y cuando dejamos volar nuestra imaginación es mucho más facil que magnifiquemos las cosas.

¿Los amores imposibles quedan en lista de espera para otra vida?

Nunca lo había pensado pero no sería mala idea. Sería una forma de deshacerse de espinitas profundamente clavadas en el corazón; aunque tenga que ser en otra vida, podría ser una forma de conformarse con lo que nos toca vivir en ésta.

¿Por qué se desordenan tanto los cajones de nuestro pensamiento?

¡Eso digo yo! En mi caso particular, si se desordenan tanto como los cajones de mi armario, no me extraña que mi mente sea más caótica de lo normal...

¿Por qué no existe una UVI móvil para las urgencias del alma?

¡Esto también sería una idea fantástica! Claro que de la UVI no sale todo el mundo curado, así que yo inventaría mejor una pastilla: "la pastilla del olvido". Una pastilla que te hiciera olvidar todo lo que te hace daño y no te deja ser feliz. El científico que la inventara se haría rico...

Cuando alguien se desenamora, ¿se desinfla como un globo?

Yo diría que es una comparación bastante buena. Igual por eso, algunas personas "se sueltan tanto el pelo" cuando se desenamoran y viven una "etapa de locura y viva la vida" hasta que, de nuevo, llega la calma y el sosiego. Justo igual que cuando un globo se desinfla, que sale disparando por el aire, volando sin ton ni son, sin rumbo definido, dando vueltas "como un loco" hasta que, una vez que se ha desinflado del todo, llega la tranquilidad.

¿Es la rutina la vida descafeinada y baja en calorías?

Pues probablemente sí. La rutina es el peor enemigo del entusiasmo y la ilusión...

Si nuestro futuro está escrito, ¿tendrá faltas de ortografías?

Si está escrito (que ahí no entro porque es un controvertido debate del que ya hemos hablado otra veces), ¡desde luego que las tiene! Y esas faltas son todas esas veces que nos equivocamos en la vida. Es decir... ¡Un montón de veces!

¿Son las lágrimas zumo de tristeza?

Sí pero, afortunadamente, también pueden ser zumo de alegría.


¿Y vosotros, qué pensáis de todas estas cosas...?