Sevilla,
situada en plena vega y campiña del Guadalquivir
y fundada, se cree, por los Tartessos:
tierra de romanos que vio nacer
a los emperadores Trajano y Adriano en Itálica;
tierra visigoda, musulmana y cristiana.
Punto clave a raíz del Descubrimiento del Nuevo Mundo.
Soy sevillana y lo digo a boca llena:
¡Estoy enamorada mi tierra!
Perderse por las callejuelas del barrio Santa Cruz y la Judería,
disfrutar de una tarde en los Reales Alcázares y sus jardines,
subir a la Giralda y contemplar las maravillosas vistas de la ciudad,
pasear por el parque de María Luisa:
de la majestuosa Plaza de España al Museo de Artes y Costumbres,
del Museo Arqueológico a la Glorieta de Bécquer
y esa plaza repleta de niños dando de comer a las palomas.
Contemplar una esplendorosa Catedral iluminada
desde la terraza del Doña María
con una copa de vino en la mano;
descubrir los placeres del buen comer
con las exquisitas tapas de nuestra gastronomía.
Ese Paseo de las Delicias a orillas del Guadalquivir
salteado de Pabellones de la antigua Exposición del 29,
rematado con el hermoso Palacio de San Telmo;
el Paseo de Colón, donde una restaurada Torre del Oro
se refleja en las aguas del río;
ese paseo de tardes triunfales en la Maestranza
y ese puente de Triana,
puerta del antiguo barrio marinero de la ciudad:
cuna de toreros y grandes artistas,
de arte y tronío por doquier.
La calle Betis y sus balcones floreados de geranios,
desde donde se contemplan
una de las más bellas vistas de la ciudad.
La catedral de Triana: Santa Ana y su velá.
Los antiguos patios de vecinos;
el pescaíto frito del puesto de las flores en el Altozano.
Días de sol y juego en el Alamillo,
cervecitas en El Salvador al calorcito de primavera,
los vinitos de naranja en Mateos Gago,
noches de verano junto al río,
la magia de seguir descubriendo rinconcitos nuevos.
Esa Sevilla del 92 que se convirtió
en mundo de ensueño y fantasía,
de luz y color, de hermanamiento universal.
Cuando entrar en el recinto de la Expo
se convertía en un viaje fascinante:
de Japón a la Isla de Pascua,
viajando al pasado y al futuro.
La Sevilla cofrade
que engalana sus calles con naranjos en flor
e impregna sus calles con olor a azahar e incienso;
donde el viento suena a saetas
y las imágenes salen a la calle en procesión
representando la Pasión de Cristo,
acompañadas de sus hermanos nazarenos,
que hacen estación de penitencia
bajo el anonimato de sus capirotes,
y de esos valientes costaleros
que las mecen al son de cornetas y tambores.
Esa Sevilla de Jueves Santo con sus mujeres de mantilla,
y que al llegar La Madrugá
acoge al Señor de Sevilla, el Gran Poder,
y a sus dos Reinas: dos Esperanzas,
la Trianera y la Macarena.
Y la Sevilla que en abril se viste de Feria
en una explosión de luz y color
con farolillos y bombillas
que cada noche iluminan el Real.
Mujeres de flamenca,
paseo de caballos y enganche,
baile de sevillanas,
casetas adornadas al más puro estilo sevillano,
abanicos para mitigar el calor
y remojones de esas aguas mil de abril.
La feria: pequeña ciudad de amigos y diversión,
de manzanilla y pescaíto frito.
Y así podría estar escribiendo un día entero
sobre cosas bonitas de mi tierra,
piropeándola con gusto.
¿Cómo no me va a apasionar mi tierra?
¿Cómo no me va a tener enamorada con los cinco sentidos?
¡Me resulta imposible no amar la tierra que me vio nacer
y en la que espero pasar el resto de mis días,
que espero que sean muchos!
Jamás podría renegar de ella.
¡Ojalá todo el mundo se sienta tan orgulloso de su tierra
como yo me siento de la mía!
situada en plena vega y campiña del Guadalquivir
y fundada, se cree, por los Tartessos:
tierra de romanos que vio nacer
a los emperadores Trajano y Adriano en Itálica;
tierra visigoda, musulmana y cristiana.
Punto clave a raíz del Descubrimiento del Nuevo Mundo.
Soy sevillana y lo digo a boca llena:
¡Estoy enamorada mi tierra!
Perderse por las callejuelas del barrio Santa Cruz y la Judería,
disfrutar de una tarde en los Reales Alcázares y sus jardines,
subir a la Giralda y contemplar las maravillosas vistas de la ciudad,
pasear por el parque de María Luisa:
de la majestuosa Plaza de España al Museo de Artes y Costumbres,
del Museo Arqueológico a la Glorieta de Bécquer
y esa plaza repleta de niños dando de comer a las palomas.
Contemplar una esplendorosa Catedral iluminada
desde la terraza del Doña María
con una copa de vino en la mano;
descubrir los placeres del buen comer
con las exquisitas tapas de nuestra gastronomía.
Ese Paseo de las Delicias a orillas del Guadalquivir
salteado de Pabellones de la antigua Exposición del 29,
rematado con el hermoso Palacio de San Telmo;
el Paseo de Colón, donde una restaurada Torre del Oro
se refleja en las aguas del río;
ese paseo de tardes triunfales en la Maestranza
y ese puente de Triana,
puerta del antiguo barrio marinero de la ciudad:
cuna de toreros y grandes artistas,
de arte y tronío por doquier.
La calle Betis y sus balcones floreados de geranios,
desde donde se contemplan
una de las más bellas vistas de la ciudad.
La catedral de Triana: Santa Ana y su velá.
Los antiguos patios de vecinos;
el pescaíto frito del puesto de las flores en el Altozano.
Días de sol y juego en el Alamillo,
cervecitas en El Salvador al calorcito de primavera,
los vinitos de naranja en Mateos Gago,
noches de verano junto al río,
la magia de seguir descubriendo rinconcitos nuevos.
Esa Sevilla del 92 que se convirtió
en mundo de ensueño y fantasía,
de luz y color, de hermanamiento universal.
Cuando entrar en el recinto de la Expo
se convertía en un viaje fascinante:
de Japón a la Isla de Pascua,
viajando al pasado y al futuro.
La Sevilla cofrade
que engalana sus calles con naranjos en flor
e impregna sus calles con olor a azahar e incienso;
donde el viento suena a saetas
y las imágenes salen a la calle en procesión
representando la Pasión de Cristo,
acompañadas de sus hermanos nazarenos,
que hacen estación de penitencia
bajo el anonimato de sus capirotes,
y de esos valientes costaleros
que las mecen al son de cornetas y tambores.
Esa Sevilla de Jueves Santo con sus mujeres de mantilla,
y que al llegar La Madrugá
acoge al Señor de Sevilla, el Gran Poder,
y a sus dos Reinas: dos Esperanzas,
la Trianera y la Macarena.
Y la Sevilla que en abril se viste de Feria
en una explosión de luz y color
con farolillos y bombillas
que cada noche iluminan el Real.
Mujeres de flamenca,
paseo de caballos y enganche,
baile de sevillanas,
casetas adornadas al más puro estilo sevillano,
abanicos para mitigar el calor
y remojones de esas aguas mil de abril.
La feria: pequeña ciudad de amigos y diversión,
de manzanilla y pescaíto frito.
Y así podría estar escribiendo un día entero
sobre cosas bonitas de mi tierra,
piropeándola con gusto.
¿Cómo no me va a apasionar mi tierra?
¿Cómo no me va a tener enamorada con los cinco sentidos?
¡Me resulta imposible no amar la tierra que me vio nacer
y en la que espero pasar el resto de mis días,
que espero que sean muchos!
Jamás podría renegar de ella.
¡Ojalá todo el mundo se sienta tan orgulloso de su tierra
como yo me siento de la mía!
28 comentarios:
Y yo me siento orgulloso de ser malagueño y fijate tu como se llevan los de malaga y sevilla eh...pero ese no es nuestro caso verdad? un beso guapisima...
Me alegro que te sientas así con tu tierra, yo no me siento especialmente enraizada a la mia, prefiero pensar que soy de aquí y de allá :)
Me encantaría conocer Sevilla
Muy bien, entonces cuando me aparezca por esos lados, me voy a leer tu entrada como guia.
Recuerdo que para Expo sevilla Chie llevó un iceberg jajaja, fue notable.Bueno y que decir de las sevillanas con esas guitarras!
Bien! Super que estes orgullosa de tu tierra.
Un abrazo
Julio
ALIJODOS:
Y bien que haces, claro!
Verdad, eso dicen... que nos llevamos fatal pero yo me llevo genial con todos los malagueños que conozco!
Por cierto que el otro día vi un video que me mandaron de una chirigota de málaga, hablando del tiempo que haría en Andalucía en Semana Santa y me harté de reír... te puedes imaginar dónde era el único sitio donde llovía, no? jajajaja... qué jodíos!
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HAPPY EYES:
Yo más que "Ciudadana del mundo" soy "viajera del mundo" solamente! que ciudadana, soy de aquí ná má, jejeje!
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JULIO:
Pues sí,porque a lo tonto a lo tonto, he nombrado los sitios principales y las cosas más bonitas de Sevilla! :)
Yo ví ese iceberg, claro! En la Expo'92 yo tenía 13 años y recuerdo que ese iceberg fue una de las cosas que más me impactó ver, no sé, era chulísimo!! También recuerdo que me impactó ver en el pabellón de Hungría un árbol precioso del que se veían sus raíces porque el suelo era de cristal, era alucinante! La verdad es que en la Expo hubo miles de cosas interesantísimas que ver!
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BESOS A LOS TRES.
ANGIE.
amo esa ciudad que aun no conozcco, pero ya tendre oportunidad de enredarme en sus calles
beso
d.
PD PARA HAPPY:
Pues ya sabes que cuando vengas, tienes aquí a alguien que estará encantada de mostrarte todos esos lugares! :)
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DRUIDA DE NOCHE:
El día que te enredes en ellas, no serás capaz de desenredarte... y casi te llevarán a la locura :)
(creo que le voy a pedir comisiones al ayuntamiento por la publicidad que le estoy dando a Sevilla, jajaj..)
Un beso. Angie.
A mi las ciudades me las hacen interesantes las personas con quien las recorro.
Un bello homenaje a tu ciudad.
Vivir donde se desea es un lujo.
Como buen gallego siempre me he sentido comodo en todos los sitios en los que me instalé.
Conozco muy bien senvilla, en verano y en primavera, e incluso cuando hacia informacion deportiva, fui una vez en invierno.
Nunca lo pasé mal porque la cioudad es una preciosidad y sus gentes muy amables, y tu eres el ejemplo.
Volveré? Es mi deseo, pero los alos pesan a la hora de plantear viajes. Pero tu descripción me ha recordado tantas cosas bellas que despertó mi deseo.
Y además ahora estas tu. Seguro que nos tomariamos unos finitos.
Besos
Cómo no vas a estar enamorada de tu tierra si lo estoy yo, y eso que solamente he ido allí una vez???? jejeje
Besazos!!
JORGE:
Hombre qué alegría! ?Qué tal?
Las personas que de una manera u otra están vinculadas a un determinado lugar (porque me acompañan en la visita del lugar o porque son de alli) hacen que un lugar determinado se convierta en especial y/o inolvidable, eso está claro! Y hacen que ese lugar sea más bello en nuestros recuerdos y nuestro corazón. Y aunque dicen que la belleza está en los ojos del que mira, no cabe que, por sí solas, las ciudades tienen más o menos belleza y es precisamente esa belleza intrínseca la que a mi me tiene enamorada de mi tierra! :)
Tú lo has dicho: un lujo! Para mi vivir aquí es un lujo!
Por cierto, no sabía que fueras gallego!
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ALBINO:
Gracias por la parte que me toca! auqnue mi madre a veces no piensa lo mismo.. (lo de ser amable, jaja..)
En cuanto a volver, quién sabe, todo es cuestión de organizarlo y adaptarlo a las posibilidades. Por mi parte, será un placer tomarnos unos vinitos en alguna callejuela del barrio Santa Cruz por ejemplo! Y ese día será uno de los que puedas relatar en tu blog en el post "El día que me tomé unos vinitos con Angie" y con foto testimonial incluida? jejeje...
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IPODGIRL:
Entonces no es "amor de hija", no? jejeje...
OLÉ OLÉ OLÉEEEEEE :-D
Me encantó. Chica, a mí no me sale un post entero a una ciudad, más quisiera que me saliera, porque todos los rincones que has descrito los he recorrido mentalmente mientras te leía. Yo la Sevilla cofrade la llevo peor, pero el resto... el resto una delicia.
Si no llega a ser por: el tráfico, las obras, la gente que conduce mal, las horas puntas y la parte rancia... sería perfecta. :-)
Si no llega a ser por: el tiempo, la alegría de la gente, las cervecitas (aunque no me gustan), la vida social, la Feria, la facilidad para el encuentro, y muchos otros momentos, no me sentiría tan orgullosa.
un beso, y ve preparando la peineta :-)
MARY:
Qué a ti no te sale? anda ya! con lo bien que escribes tú! Eso es ponerse! Mientras, te presto este piropo a Sevilla! :)
Yo la Semana Santa sí la llevo bien, me gusta mucho, auqnue soy más ferianta que cofrade! Así que si ganas tengo que llegue el Domingo de Ramos, más ganas tengo que llegue el pescaíto! Ya tengo mis trajes de flamenca deseando salir a pasearse por el Real,jeje..
Lo de las obras es verdad que es un asco pero eso no lo iba a poner en el post, jjajaa... Aunque yo lo que peor llevo es el tema de los aparcamientos... este alcalde nuestro se cree que tenemos coches infables o algo así porque está venga a quitar aparcamientos el capullo... pero bueno, sigamos hablando de las cosas bonitas de Sevilla que de eso se trataba, jajaja!
Por cierto que a mi tampoco me gusta la cerveza; me da coraje y tó, pero bueno, los tintitos con limón me encantan! :)
Me alegra que estés tan orgullosa de Sevilla!
Un besote! Angie.
Yo soy muy de Jerez, y supongo que ahora Sevilla estará cuajada de azahar como Jerez.
Pero también soy muy de Sevilla, mi padre quería ir el otro día a misa por mi hermana, y le dije, te voy a llevar a misa, pero a lo grande... y lo llevé a misa a la Catedral de Sevilla... alucinó el pobre, no iba por allí desde que se casó, que fue de luna de miel, ya ves...
desde luego, no seré yo quien te lleve la contraria...
Ole,ole, yo diria que Sevilla y sus alrededores son una maravilla, cada tierra tiene su encanto si sabemos verlo
pero Sevilla es algo diferente y eso lo hacen sus gentes tan apasionadas.
así es que si no as visto Sevilla no te lo pierdas, pero no vallas en agosto XD.
Buena propaganda Angie, di que si... semana santa y feria el mejor tiempo para contemplar su fervor y alegria.
Un beso de otra Sevillana de provincia, jaja
AHORA SI...
ALFONSO:
Pues sí que hacía tiempo que no venía por aquí! Supongo que lo disfrutó mucho y también que lo invadieron los buenos recuerdos!
Y efectivamente, desde la semana pasada es una delicia pasear por una Sevilla cuajada de azahar en cualquier esquina, mmmm!
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EL TITANIC:
Bueno, auqnue hubieras podido hacerlo si hubieras querido: que para gustos, los colores!
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LOLES:
Veo que ya has podido poner el comentario que querías, jajaja!
Tú tampoco te quedas corta nunca al hacer buena propaganda de Sevilla eh? así me gusta, jejeje!!
Un abrazo paisana!
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BESOS A TODOS.
ANGIE.
Ainsss que te pudo decir yo si la llevo en la sangre
Se ve que ha llegado el buen tiempo eh??? je, je
Pos desde luego te gustara, pero una Semana Santa que fuí llovió, se bebe la cerveza como agua, fuí a ver las ruina romanas, Italica, de la cual me lleva buena impresión....
Otra cosa el policia me tenía jarto vigilado un matricula SS-XXXX-X y dando vueltas al final ya dió conmigo y se entero que andaba más perdido que un pulpo en un garaje..
En fin esta bién eso de vender la terruca de uno...
S:
Ná, ya lo he dicho yo tó! jejeje...
Auqnue si quieres añadir algo que a mi se me haya pasado por alto: yo encantada!
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SATIE:
Sí :)
Aunque decían que mañana se iba a estropear un poquillo, no? Esperemos que no, por Dios!
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MARURI:
Claro, viniste tú del norte y no tuviste otra cosa que hacer que traerte contigo el agüita, andaaaa que...! jaja..
No me seas tan negativo! Y lo más importante... ¿pero te gustó Sevilla o no? serías la primera persona que conozco que me dice que no le gustó.
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BESOS A LOS TRES.
ANGIE.
Qué tendrá Sevilla.
Allí,lo único malo que me pasó fue que se murió mi padre.
Pero tiene algo especial.Su olor.Sus gentes.Su luz.
Es algo maravilloso.Y yo disfruté de Sevilla cuando te conocí,morena.Eso sí que era arte.¿Te acuerdas los pendientes de gitana tan caros que vimos en la tienda?¿Te acuerdas que la dependienta me conocía y yo sin caer en ello?
Si es que Sevilla es así:te atrapa.
Pero no nos atrapó para comprarnos los pendientes,jajajaja.
De verificación de palabra me ha salido:quesheso.Pués,eso,quesheso que va por ahí?Pues la Agata rascándose la nariz...
Perdón,perdón.Que aunque ponga Satie soy la Agata.Es que no podía entrar por mi página y he tenido que entrar por la suya.Ains.
No me imagino al Satie comprándose pendientes de gitana...jajajaja.
AGATA CON CARA DE SATIE:
Qué te voy a decir yo de Sevilla?! :)
No me voy a acordar de ese día con el ratito tan apañao que echamos? Y de los pendientes también, jajaja.. 60 ó 70 pavos que valían, no? por eso no nos atraparon!
Lo de la palabra de verificación nunca me gustó (me parece latoso) pero acabé poniéndolo porque me llegaban muchos comentarios basura en inglés. Pero bueno, si sirve para hacer alguna gracia de vez en cuando, me conformo.. Yo creía que ibas a decir..."quesheso? eso es quesho" jaja:P
El Satie con pendientes de flamenca estaría pa hacerle fotos y luego chantajearle, jajaja!
Un beso!Angie.
"Sevilla tuvo que ser, con su lunita plateada, testigo de nuestro amor, bajo la noche callada".
Antigua canción, que me trae reminiscencias de mi infancia.
Una de mis omisiones imperdonables, es no haber conocido Sevilla, en mis viajes a España.
Un beso Angie.
ESTEBAN:
Pues sí.. imperdonable!!! Pero bueno, aún estás a tiempo de venir de nuevo! Nunca es tarde! :)
Besos. Angie.
Que sí,que soy la Agata.
Hola,guapa.Me imagino que lo habrás pasado bien estos días por Sevilla.Tengo ganas de volver por allí.
Un beso,chula.
AGATA:
A ver si es verdad que vuelves un diíta por aquí!!! :)
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