22 noviembre 2010

Ironías de la Vida...



Cuando nació, las enfermeras no hablaban de otra cosa... “¡Qué feo el niño de la 78!”

Para su madre Pepín era guapísimo, pero el padre, que ya tenía otro hijo, no pensaba igual y aunque quería disimularlo no podía ocultar que su favorito era el mayor.

Pepín era regordete, bajito y miope: lo contrario a su hermano. En el colegio lo llamaban cerdito cuatro ojos y cuando iba con su hermano siempre oía cuchicheos que lo señalaban como el feo de la familia. Incluso éste se metía con él para hacerle rabiar.

Ya hecho un hombre seguía siendo feo, aunque no le importaba demasiado pues con su simpatía siempre conquistaba a todos. Aún así un día decidió cambiar algunas cosas: se puso a dieta, se apuntó al gimnasio y se operó la miopía. Tras varios meses y mucho esfuerzo Pepín seguía sin ser alto, pero se convirtió en un apuesto galán. Todo lo contrario que su hermano que ahora estaba calvo, sin forma física y con arrugas prematuras por tomar demasiado sol durante años.

Ahora cuando iban juntos lo que cuchicheaban era lo atractivo que era y cuánto había mejorado con los años y lo mal que se conservaba su hermano sin embargo. Y a Pepín siempre se le escapaba una pícara sonrisita cuando oía que ahora el feo de la familia era su hermano...
Safe Creative #1011227907774
***


Este relato surge de la puesta en práctica del "PLAGIO CREATIVO", una técnica que consiste en aprovecharnos de la riqueza literaria, teatral y cinematográfica que nos rodea, de forma que se extraen cuatro ó cinco puntos fundamentales de la trama que nos sirvan para escribir una historia, eso sí, aportando algo más para que no sea un plagio simplemente (se puede cambiar el final, aportar algún personaje nuevo, ambientarlo en otra época, con una problemática actual, etc...).

En este caso yo elegí basarme en el cuento de "El patito feo", saqué como puntos fundamentales:

1.- Cuando nace el patito es el más feo de la familia.

2.- Su madre se avergüenza de él y lo rechaza.

3.- Pasa el tiempo y sigue siendo feo.

4.- Los demás le gastan bromas y se meten con él.

5.- Finalmente deja de ser feo y se convierte en un precioso cisne.

Y mi aporte añadido es que no sólo el hermano feo deja de serlo, sino que el hermano guapo se vuelve feo... la vida, que da muchas vueltas, jejeje...

Os animo a poner en práctica esta técnica. A mi me ha resultado un tanto complicada, pero merece la pena estrujarse un poco los sesos y ver luego que consigues inventarte una historia, independientemente de que sea mejor o peor.

Espero que os guste! El próximo post, tendrá mucho que ver con éste. (este profesor nuestro de creación literaria, que nos hace sudar la gota gorda, jajaja...)

09 noviembre 2010

La Casa Encantada...


Cuando era niño creía que aquella casona abandonada a la salida del pueblo estaba encantada.

Recuerdo haber ido una vez a investigar con mis amigos al caer la noche. Escondidos entre los matorrales del jardín vimos sombras moverse tras la ventana rota de la vieja torre que coronaba una de sus esquinas; de repente oímos gritos y alaridos que hicieron que saliéramos corriendo a toda prisa muertos de miedo.

Ninguno de nosotros volvió a ir a la casona hasta algunos años después... cuando descubrimos que aquello más que una casa encantada era una casa con encanto para jovenzuelos apasionados...
Safe Creative #1011227907798
***

Sé que llevaba casi un mes sin publicar nada, últimamente no estaba muy inspirada. Pero como ya he empezado el taller de creación literaria intentaré no tardar tanto en publicar a partir de ahora, pues todos los días escribimos cositas en el taller.
El ejercicio de hoy era "El binomio fantástico", una técnica que consiste en hacer un microrrelato en el que aparezcan dos de las palabras que habíamos echado en una bolsita previamente (una por cada alumno). La mano inocente sacó "niño" y "torre". Y éste ha sido el microrrelato que se me ocurrió a mi. Como véis está ¡recién salido del horno! A ver qué os parece.
Besos a todos.