El silencio de la calle sólo era interrumpido por el sonido lejano de algún coche al pasar y por el ruido de los aires acondicionados que llevaban funcionando todo el día. Eran casi las tres de la madrugada y el calor seguía siendo insoportable. Ni una gota de aire que viniera a dar un pequeño respiro a los cuerpos sudorosos que una noche más intentaban conciliar el sueño sin demasiado éxito.
Harto de dar vueltas en la cama fue al baño a refrescarse un poco: se mojó las muñecas y metió la cabeza bajo el grifo hasta que se le empapó el pelo. Algo más aliviado salió al balcón a fumarse un cigarrillo, que encendió con una calada honda para intentar calmar su ansiedad.
Era pleno agosto y como en todas las ciudades calurosas que no son costeras había cantidad de aparcamientos libres por todos sitios y apenas ningún coche circulando. La calle estaba desierta y de no ser por el cambio cíclico de color de los semáforos el mundo parecía estar detenido.
Un hombre y una mujer llegaron en un coche que paró en el semáforo de enfrente. Ella se apresuró a salir dando un portazo y el hombre no tardó en salir tras ella gritándole.
-¿Adónde te crees que vas, zorra? ¡Vuelve al coche!
-Déjame en paz, ¡estás bebido!
-¡He dicho que vengas, coño!- le dijo zarandeándola fuertemente del brazo.
Mientras el fumador miraba a la pareja desde el balcón, la mujer escapó como pudo de aquel hombre e intentó refugiarse tras uno de los coches que había aparcados.
-Es lo mejor, no podemos seguir así.
-¡Estás loca si piensas que voy a darte el divorcio y quedarme sin nada!
-Tú no me has querido nunca.
-¡No te vas a librar de mi tan fácilmente!
-¡No aguanto más!
-¡Que te calles de una puta vez! O subes al coche o te subo, ¡elige!; pero va a ser peor que vaya yo... - profirió el hombre hecho un energúmeno.
La mujer, guiada por el miedo a que llevara a cabo su advertencia, volvió a acercarse a él.
-Tranquilízate, nos están mirando desde esa terraza.
-¡Me importa una mierda que nos miren. Si tiene agallas que baje y me mire de cerca!- vociferó mirando hacia el balcón, mientras el fumador, impertérrito, seguía asomado.
-Por lo que más quieras, ¡cállate y deja de chillar!
-Chillaré si me da la gana, ¿te enteras? ¡Tú no eres nadie para darme órdenes, que te quede claro! ¡Que sea la última vez! –respondió él dándole un puñetazo tan fuerte que la tiró al suelo, le dejó los nudillos marcados en la mejilla y le abrió una raja en el labio que enseguida le empezó a chorrear sangre.
La mujer rompió a llorar: sabía cómo terminaban las discusiones que empezaban por un puñetazo... No se sentía con la fuerza suficiente para plantarle cara a su marido de una vez por todas, así que sin rechistar, se levantó del suelo y, temerosa de que la ira de su marido creciera más aún, volvió a subir al coche.
El fumador, que apuraba las últimas caladas de su cigarro, contemplaba la escena como quien mira llover tras la ventana. Dio una última calada y volvió a su habitación...
Harto de dar vueltas en la cama fue al baño a refrescarse un poco: se mojó las muñecas y metió la cabeza bajo el grifo hasta que se le empapó el pelo. Algo más aliviado salió al balcón a fumarse un cigarrillo, que encendió con una calada honda para intentar calmar su ansiedad.
Era pleno agosto y como en todas las ciudades calurosas que no son costeras había cantidad de aparcamientos libres por todos sitios y apenas ningún coche circulando. La calle estaba desierta y de no ser por el cambio cíclico de color de los semáforos el mundo parecía estar detenido.
Un hombre y una mujer llegaron en un coche que paró en el semáforo de enfrente. Ella se apresuró a salir dando un portazo y el hombre no tardó en salir tras ella gritándole.
-¿Adónde te crees que vas, zorra? ¡Vuelve al coche!
-Déjame en paz, ¡estás bebido!
-¡He dicho que vengas, coño!- le dijo zarandeándola fuertemente del brazo.
Mientras el fumador miraba a la pareja desde el balcón, la mujer escapó como pudo de aquel hombre e intentó refugiarse tras uno de los coches que había aparcados.
-Es lo mejor, no podemos seguir así.
-¡Estás loca si piensas que voy a darte el divorcio y quedarme sin nada!
-Tú no me has querido nunca.
-¡No te vas a librar de mi tan fácilmente!
-¡No aguanto más!
-¡Que te calles de una puta vez! O subes al coche o te subo, ¡elige!; pero va a ser peor que vaya yo... - profirió el hombre hecho un energúmeno.
La mujer, guiada por el miedo a que llevara a cabo su advertencia, volvió a acercarse a él.
-Tranquilízate, nos están mirando desde esa terraza.
-¡Me importa una mierda que nos miren. Si tiene agallas que baje y me mire de cerca!- vociferó mirando hacia el balcón, mientras el fumador, impertérrito, seguía asomado.
-Por lo que más quieras, ¡cállate y deja de chillar!
-Chillaré si me da la gana, ¿te enteras? ¡Tú no eres nadie para darme órdenes, que te quede claro! ¡Que sea la última vez! –respondió él dándole un puñetazo tan fuerte que la tiró al suelo, le dejó los nudillos marcados en la mejilla y le abrió una raja en el labio que enseguida le empezó a chorrear sangre.
La mujer rompió a llorar: sabía cómo terminaban las discusiones que empezaban por un puñetazo... No se sentía con la fuerza suficiente para plantarle cara a su marido de una vez por todas, así que sin rechistar, se levantó del suelo y, temerosa de que la ira de su marido creciera más aún, volvió a subir al coche.
El fumador, que apuraba las últimas caladas de su cigarro, contemplaba la escena como quien mira llover tras la ventana. Dio una última calada y volvió a su habitación...
"Siguen muriendo mujeres y nosotros en SILENCIO"
(Tino Tovar).
Dedicado a todas las mujeres
que sufren el maltrato.
¡Basta ya!
17 comentarios:
Un tema muy duro, pero a la vez tan real. Me ha gustado mucho el enfoque que le has dado al texto, el incluir al observador, que muchas veces no aparece en los discursos, peliculas, etc., pero que existen.
Espero que sirva para algo, al menos para tomar conciencia.
Un besoo
Uyssss, qué raro.. dónde está el comentario de Happy Eyes? por qué no aparece?
HAPPY EYES:
Ahora aparece! esta mañana no me salía tu comentario (estos misterios de la informática...).
Sí, justo eso quería resaltar en el texto: el papel pasivo que la mayoría de las veces juega el observador, que incluso a veces no llega ni a ser observador porque prefiere girar la cabeza antes de seguir viendo y escuchando lo que pasa...
Un beso. Angie.
37. Van 37 este año.
(los comentarios están fallando en todos los blogs)
ALFONSO:
Y por desgracia queda medio año más para que la cifra siga aumentando! :(
lo de los comentarios, jaajaj.. normalísimo: estamos a 7 julio (San Fermín)! yo soy la primera en no visitar, aunque no por estar de vacaciones sino por todo lo contrario, uag....
Un besote fuerte! Angie.
Que barbarie!
y vaya que si el fumador baja a pegarle un piñazo la chica lo defiende...pero es de toda una sociedad luchar por erradicar lo mas posible la violencia intrafamiliar...
salud!
ah ps el relato ha estado de lujo...que se me quedaba tu merecido laurel.
Julio
Terrible Angie.
Luego si el fumador baja y trata de salvarla puede pasarle como a aquel hombre al que luego dejaron en coma y al que encima denunciaron
Asco de sociedad
YANDROS:
Además de verdad! encima que intentas ayudar sales escaldao!!! es tan delicado este tema!!
Un besote!
Es verdad, ya ni me acordaba :s
Lo malo es cuando el observador es un niño.
Hay muchas mujeres maltratadas, y esto se va extendiendo, no se si porque el mundo es mas agresivo o porque la publicacion de las noticias lo provocan. En mis tiempos de joven periodista de agencia teniamos prohibido dar noticias de suicidios porque los sociólogos decian que cada vez que se publicaba una, se provocaba otro hecho similar. No se si aquello sería cierto, porque tampoco había estadísticas.
Pero de todas maneras creo que estos hechos de agresión deberian de estar menos en la prensa y mucho mas en los juzgados. Las mujeres agredidas tienen que tener el valor de denunciar y no de achicarse por miedo a otras consecuencias.
Yo si fuera el hombre del balcon no tardaría ni un minuto en avisar a la policía.
Cariños
Estoy de acuerdo con Albino, y creo que esos conceptos sociológicos tienen bastante peso. Me creo totalmente eso de los suicidios...
Yo también llamaría a la policia.
Hola Angie:
Tremendo caso, lamentablemente muy común en todos los países.
Felicitaciones por lo de Sudáfrica.
Ufff se me ha puesto la piel de gallina! Nadie debería permanecer callado ante una escena así...
Besotes!
HAPPY EYES:
Suele pasar: por desgracia no tardamos mucho en olvidar las cosas que vemos en el telediario..
-----
AGATA:
Cierto! Es un trauma de por vida para un niño vivir algo así.
-----
ALBINO:
No sé, yo creo que pasaba antes igual que ahora, aunque sí que es verdad que creo que la sociedad se está volviendo en general más agresiva.
Efectivamente deberían ir todos estos casos al Juzgado y que nadie dejara de denunciarlo; supongo que la culpa la tiene el miedo: que es capaz de paralizar tanto a una persona que no se sienta capaz de decir ¡Basta ya!
-----
HAPPY EYES:
Y yo!!! De hecho, una vez presencié una pelea (de niñatos)desde mi balcón y tardé dos segundos en llamar a la policía.
-----
ESTEBAN LOB:
Sí, por desgracia es una lacra mundial!
Muchas gracias! La Roja campeona! Biennnnnnn!!! :D
-----
IPODGIRL:
Y no es para menos!
-----
SIENTO LA TARDANZA EN CONTESTAR!!!
BESOS A TODOS!!
ANGIE.
...traigo
sangre
de
la
tarde
herida
en
la
mano
y
una
vela
de
mi
corazón
para
invitarte
y
darte
este
alma
que
viene
para
compartir
contigo
tu
bello
blog
con
un
ramillete
de
oro
y
claveles
dentro...
desde mis
HORAS ROTAS
Y AULA DE PAZ
TE SIGO TU BLOG
CON saludos de la luna al
reflejarse en el mar de la
poesía...
AFECTUOSAMENTE
EL MUNDO DE ANGIE
ESPERO SEAN DE VUESTRO AGRADO EL POST POETIZADO DEL FANTASMA DE LA OPERA, BLADE RUUNER Y CHOCOLATE.
José
Ramón...
JOSE RAMON SANTANA VAZQUEZ:
Hola José Ramón!!! Bienvenido a mi blog, me alegro que te haya gustado lo que has visto por aquí.
Un saludo.
Angie.
Publicar un comentario